¿Cómo aromatizar el AOVE?
Ingredientes, envases, método y precauciones
¿Que
necesitamos para aromatizar?
Muy poco en
realidad: el AOVE, el ingrediente escogido para aromatizar y un recipiente para
guardar el resultado.
AOVE:
Conviene elegir uno que provenga de una variedad que aporte sabores suaves, para que la
aromatización predomine con facilidad sobre el sabor del aceite.
Por ejemplo AOVE
de la variedad arbequina, hojiblanca o royal. Cualquiera de estas variedades aportara
un sabor suave, que captaran bien el aroma y sabor del ingrediente que
añadamos.
Es importante no
confundir aceite de oliva suave con AOVE. El aceite de oliva suave se obtiene
de la mezcla de aceite de oliva y aceite de oliva virgen extra. Obviamente es
completamente apto para el consumo pero su valor nutricional es menor que el
aceite de oliva virgen extra.
Ingrediente para
aromatizar:
Aquí elegiremos
según el gusto y para lo que vayamos a utilizarlo. Dependerá mucho de si
quieres un sabor picante, un sabor cítrico o simplemente un sabor a alguna
hierba aromática.
Es muy importante
que el ingrediente que añadamos esté perfectamente limpio y completamente seco,
ya que de lo contrario podría contaminar el aceite y se deterioraría con mayor
rapidez. Por ejemplo si vamos a añadir tomillo fresco, debemos secarlo muy bien
antes de añadirlo.
Si usamos
especias pueden ser machadas antes de su uso, para que la transmisión del aroma
y sabor sea más rápida y potente. Si se utilizan frutas, pueden ser cortadas en
rodajas.
Ejemplos de
aromatizadores perfectos para el AOVE son la cáscara de naranja o de limón,
la canela, la guindilla, el ajo, el tomillo, el romero, la albahaca, la
hierbabuena, la canela, la trufa, la pimienta negra.
Cualquiera que
sea nuestro ingrediente escogido, debe quedar perfectamente cubierto por el
aceite, para evitar su deterioro.
Si no vas a consumir
el aceite aromatizado con rapidez, conviene colarlo para que los ingredientes
no se estropeen y produzcan bacterias.
Recipiente para
conservar:
El más adecuado
es cristal o metálico, a ser posible oscuro que impida la penetración de la
luz. Cierto que al ser un AOVE aromatizado, es bonito y muy estético la
utilización de una botella o frasco de cristal traslúcido que permita ver los
ingredientes. Conviene que tenga una boca ancha para poder extraer con
facilidad los ingredientes aromatizadores y así poder reutilizar el envase.
¿Cómo aromatizar el AOVE?
Y una vez que sé
qué necesito, ¿cómo lo hago? Cuentas con tres métodos para poderlo hacer:
Infusionar en frío:
Consiste en
añadir al AOVE el ingrediente escogido para darle aroma y sabor. Ambos
componentes estarán a temperatura ambiente. Es un método que requiere más
tiempo para que el aroma y el sabor del ingrediente añadido transmita sus
características al AOVE. Requerirá, según los casos, al menos un mínimo de dos o tres semanas, y en algunos
casos un par de meses. Es necesario mover el preparado al menos una o dos veces
por semana de reposo.
Este método es
muy indicado para ingredientes tiernos y frescos, como la hierbabuena, el
perejil, la albahaca, que pierden potencia en aroma y sabor si los sometemos a
temperatura.
Debemos hacer el
reposo en un lugar fresco o refrigerado y
apartado de la luz. La congelación es perfectamente adecuada porque no
altera las propiedades del aceite ni impide la transmisión de los aromas ni
sabores.
Infusionar en caliente:
En este caso,
someteremos el AOVE a un temperatura de unos 40º junto con el ingrediente
escogido. Es importante no sobrepasar la temperatura, ya que de lo contrario
perderíamos parte de las propiedades del aceite y podríamos también perder propiedades en los ingredientes. Conviene usar un termómetro y calentar al
baño María.
Es apropiado para
ingredientes más duros y potente, como el laurel, las guindillas, etc.
Infusionar con batidora:
En este caso
añadiremos el ingrediente deseado, previamente picado, al AOVE y procederemos a
batirlo con una batidora eléctrica.
El consumo de
este tipo de preparación debe ser más rápido, ya que es más fácil la
proliferación de las bacterias.
Ya no es aceite de oliva, es un
condimento. Precauciones
Una vez que hemos
aromatizado el AOVE, lo hemos transformado en un
condimento. Por tanto, debemos tener en cuenta una serie de cosas. Hay que ser
conscientes de que estamos alterando las
propiedades del aceite y modificando algunas de sus características,
como su PH y sus niveles de acidez.
En primer lugar,
asegurarnos de que al añadir algún ingrediente, no añadimos también bacterias
que puedan proliferar en los ingredientes. Como ya he señalado anteriormente,
es muy importante que los ingredientes que añadamos estén perfectamente limpios y secos, para que
no añadan agua al aceite, ya que el agua es un medio perfecto para la
proliferación de bacterias.
Y no solo los
ingredientes. Si utilizamos cuchillos o tablas para cortar hierbas o especias,
éstos también deben estar perfectamente limpios y en las mayores condiciones de
desinfección posibles. Si vamos a añadir más de un ingrediente, no utilizaremos
el mismo cuchillo ni la misma tabla, sin antes haberlos limpiado en
profundidad, para evitar la contaminación cruzada que puede producirse por utilizar
los mismos utensilios de un ingrediente a otro sin la debida limpieza y
desinfección. Y, obviamente, manipular los ingredientes con las manos bien
limpias o incluso de guantes de uso alimentario.
También hay que
tener en cuenta que determinados ingredientes pueden incluso facilitar el
desarrollo de la bacteria que causa el botulismo. En especial el ajo crudo y
otras verduras poco ácidas. Para evitarlo podemos emplear varios trucos:
- Añadir algún elemento que proporcione
acidez, como el zumo de limón o el vinagre, en una proporción de una cucharada
por taza de aceite.
- Mantener el aceite aromatizado refrigerado
y no dejarlo a temperatura ambiente
- Preparar pequeñas cantidades que vamos a
consumir en poco tiempo, no más de una semana
- Congelar la preparación en cubitos, lo que
nos asegurará cantidades para consumir de modo inmediato.
- Esterilizar los envases que vayamos a
utilizar para la conservación, hirviéndolos durante al menos 20 minutos en
agua, completamente sumergidos y no tocar su interior con paños ni con la mano
antes de verter el aceite.
- Emplear
envases que permitan un cierre hermético.
- Desechar el aceite aromatizado ante la
aparición de burbujas, olor o cualquier sospecha de alteración, pero no olvidar
que hay bacterias nocivas que no producen ningún efecto alterante del aspecto,
olor o sabor de los alimentos.
- Etiquetar con la fecha de envasado la
preparación para controlar el tiempo de consumo.
- Colar el aceite una vez aromatizado para
evitar el deterioro de los ingredientes.
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