Sobre mí







Soy Karmela y te doy la bienvenida a la mi fonda, es un lugar en el corazón y la mente, donde uno puede ser consciente de cuánto hay detrás de una receta: toda una cultura, toda una riqueza de la Naturaleza que nos brinda productos con los que hay que ser respetuosos, la belleza plástica de los emplatados, el amor y el trabajo de quien nos cocina. Para mí cocinar es simplemente transmitir quién y qué soy y regalar lo mejor de ello a través de los sabores y olores, para mediante los sentidos, básicos, proporcionar un poco de felicidad y emoción.

Llevo toda la vida intentando conocer y disfrutar de cuanto más, mejor. El interés por la gastronomía se lo debo por completo tanto a mi padre como a mi madre. Siempre que nos llevaban de viaje, consideraban fundamental comer como comían en el lugar al que llegábamos. Todavía me parece oír a mi madre preguntar ¿señora, en este pueblo que es típico comer?

Cuando me preguntan por mi cocina, siempre contesto que guiso cocina tradicional basada en la Dieta Mediterránea. Es muy normal que el interlocutor dé por hecho que preparo cocina española.  Y es cierto, pero no es lo único. La Dieta Mediterránea es la forma de comer en toda la cuenca mediterránea y esto incluye Italia, Marruecos, Grecia, Chipre, Croacia, Turquía, Palestina, Israel, Egipto, Irán e Irak, entre otros. Cada uno de estos países presenta matices de sabores y formas de preparación distintas de ingredientes comunes a toda la Dieta Mediterránea. Y algunos de estos matices están en mi cocina. No considero que haga una cocina fusión. Rara vez alguien no reconoce comer un plato español. Adapto a nuestro gusto especias, recetas y técnicas de otras zonas. Además, nuestro pasado multicultural con la presencia de árabes y judíos nos ha dejado no pocas técnicas y gustos heredados de aquellos tiempos. Canela, clavo, azafrán, pimienta, romero, menta, tomillo, etc., son comunes en todas estas zonas y muy nuestras. A veces, la manera de utilizarlas en algún  plato suena a novedoso y quizás un poco ajeno, pero el resultado final es la continuación de una amplia tradición culinaria.

Me gustan todas o casi todas las cocinas tradicionales que conozco. Cocina de la América Latina,  la asiática, la india  y la escandinava son parte de mi universo gastronómico. Algunas por lazos familiares y otras por lazos de amistades, y todas ellas por placer. El curry, el picante, las especias  las hierbas aromáticas me fascinan, así que es frecuente que estén en mis recetas. En los últimos años he abierto los horizontes a la cocina eslava, la francesa y la belga.

Cuando me preguntan por mi comida, creo que la mejor forma de definirla es como cocina tradicional en su más amplio sentido, porque, además, con los años y el estudio he llegado a la conclusión de que los puntos de conexión entre culturas gastronómicas son bastante comunes. 

Mi emocionalidad está totalmente ligada a la cocina. La comida es todo: tu cultura, son las formas sociales, son las tradiciones, signo inequívoco de las modas, punto de encuentro, sustento económico, dispendio, moderación y lujuria. Al cocinero vocacional, la  comida le brota de lo más profundo de su ser.
En este blog, una parte más de la fonda, encontrarás todo esto: cuanto he aprendido, cuanto vivo y disfruto de la comida y la cocina. 

Siéntete cómodo, la fonda es un lugar para descansar y disfrutar

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