Esta es una de esas recetas que adoro: es
sencilla, nutritiva, fresca, ligera, fácil de elaborar y suele gustar a todo el
mundo. Se presta a distintas combinaciones de fruta y puede servirse tanto en
invierno como en verano. Su secreto es
una buena nata y fruta de buena calidad.
Para la elaboración de la mousse tan solo
necesitas un yogur natural y chantilly, algo de fruta fresca; poco más. Elaborar chantilly no es nada
complicado. Tan solo es crema o nata de leche montada con azúcar glas y esencia de vainilla.
Ingredientes:
1 yogur blanco natural (casero si es posible)
500gr de nata
2 cucharadas de azúcar glas
Un poco de esencia de vainilla
Dos o tres melocotones
Un poco de nueces en crocante
Elaboración:
Empezamos pelando los melocotones y cortando trozos pequeños. Los
reservamos.
Montamos la nata, añadiendo el azúcar glas. Cuando la nata esté bien
montada, añadimos la esencia de vainilla, en poca cantidad, apenas una pizca. Se
trata se aromatizar la crema, no de darle un sabor a vainilla. Seguiremos
batiendo para que la nata esté firme y
tersa, y nos aporte la cremosidad deseada a la mousse. Aproximadamente, la nata
doblará de tamaño cuando esté hecha.
En este punto, añadimos el yogur y lo mezclamos con el chantilly. Para
ello, emplearemos una paleta o un tenedor e iremos mezclando con movimientos
envolventes, poco a poco, hasta que quede todo bien integrado. No batimos la mezcla, ya que “se bajaría” y
perdería su textura.
¡Tan solo nos queda montar el postre! En el recipiente escogido, una
copa, un vaso ancho y bajo, un pequeño bol,
pondremos una cantidad de melocotones suficiente para cubrir el fondo,
aproximadamente una cucharada de trocitos de melocotones. Yo añado también dos
o tres arándanos rojos que den una nota de sabor sorpresa.
Sobre esta base de fruta, colocamos la mousse ayudándonos de una
cuchara. Un par de cucharadas es suficiente. Para rematar la presentación,
basta con espolvorear un poco del crocante de nueces. Finalmente, para añadir
un punto de color, sitúa en el centro de la presentación una gota de jalea de
moras, o de mermelada. ¡Listo!
Ha de conservarse en la nevera hasta el momento de servir.
Si lo prefieres, puedes usar naranjas, o piña en lugar de melocotones. También
puedes sustituir el crocante de nueces por pistachos o almendras.
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