Mojo
La rica salsa canaria
El mojo es la famosísima salsa canaria y una de mis
preferidas. Para mí es una delicia, nutritiva y deliciosa, que combina bien con
casi todo. Su dificultad en la preparación es baja, y básicamente requiere de
buenos ingredientes. Cualquiera de sus tres variedades me encanta: mojo rojo,
mojo picón y mojo verde.
El mojo es una salsa de las Islas Canarias, constituyen una
de sus señas de identidad, junto con el gofio y las papas. Básicamente es una
salsa en frío y con todos sus
ingredientes en crudo a base de aceite de oliva, vinagre y ajo, al que se le
añaden especies, pimientos o hierbas aromáticas. La elaboración más auténtica y más sabrosa se
elabora en mortero, aunque puede elaborarse con medios mecánicos. El sabor de
un mojo en mortero siempre será superior, ya que al majar las especies y los
ingredientes, éstos sacan su mejor sabor.
Al parecer la palabra mojo deriva del portugués “molho”.
Canarias fue, por su situación geográfica, centro de rutas comerciales entre
Europa, África y América, y, por tanto, receptora de todo tipo de mercancías,
incluidas las especies, que pronto pasan a la gastronomía autóctona.
Durante el siglo XIX se produjo una fuerte inmigración de
canarios a Venezuela, que llevan con ellos su gastronomía, por lo que es
posible encontrar en toda América latina mojo y variantes, como la salsa
guasacaca.
Existen una gran variedad de mojos. Depende de la isla,
depende del cocinero. Siempre está compuesta
por varios ingredientes clave: el aceite, el vinagre y el ajo, a los que
luego se añade perejil, azafrán, cilantro, pimiento rojo, pimiento verde,
pimientas palmeras, comino, pimentón y muchas otras hierbas y especias.
Lo normal es distinguir entre mojos rojos y mojos verdes, y dentro de cada uno de ellos, entre los picones y los suaves. Las distinciones más elaboradas hablan de mojos tradicionales, adobos, salmorejos, escabeches y salsas variantes.
La regla más básica es
que los mojos rojos se usan para carnes y los verdes para pescados. El mojo
rojo picón va perfecto con papas arrugas. En mi opinión, tanto los rojos como
los verdes pueden utilizarse para cualquier receta, es cuestión de gustos y de
maridaje.
Receta para elaborar la base de cualquier tipo de mojo, ya
sea verde, rojo, suave o picón:
1. En un mortero se majan los ajos pelados y picados, los
cominos, y la sal gorda, a continuación se le añade el resto de ingredientes
que deseemos en función del tipo de mojo, sin dejar de machacar. Por
supuesto podemos sustituir el
mortero por la batidora eléctrica, y la
salsa saldrá buena y rica. Hoy en día, pocos pierden tiempo en majar. Sin
embargo, el majado saca el mayor potencial de sabor y marca la diferencia entre
obtener un mojo excelente o un mojo muy bueno.
2. Por último se mezcla con el aceite, el vinagre y un poco
de agua hasta darle la consistencia deseada. Ni muy espeso, porque es una
salsa, ni muy líquido.
Yo preparo el mojo con bastante frecuente, en especial el
mojo de perejil y el mojo de hierbabuena. Lo envaso al vacío en frascos de cristal
y se conserva en la nevera durante bastantes meses. Hasta ahora no he superado
lo seis meses en nevera, pero en este plazo de tiempo, el mojo está perfecto.
El mojo rojo no lo suelo preparar, ya que requiere de un buen pimiento rojo
picante y aún no he encontrado una variedad que supla al originario de
Canarias, por lo que el sabor no me acaba de satisfacer, aunque está muy bueno.
0 comments