Pepino y naranja
una ensalada refrescante y muy digestiva
Esta es una de mis ensaladas favoritas. Es delicada, muy fresca y tremendamente digestiva. Se prepara muy rápidamente y resulta siempre un éxito.
Es una ensalada muy apropiada para días muy calurosos y para acompañar comidas contundentes, como carnes a la plancha, barbacoas, etc.
Tiene un pequeño secreto, y es tan simple
como la delgadez de la rodaja de pepino. Cuanto más fina, mucho más rica. La
ensalada cambia por completo de sabor si la rodaja de pepino es gruesa.
Ingredientes:
1 pepino
1 ó 2 naranjas
Algunos frutos rojos o pasas
Sal, pimienta y aceite de oliva virgen extra
Cebollino para adornar
Elaboración:
Pelar el pepino y cortarlo en rodajas muy finas con ayuda de una mandolina. Si eres muy habilidoso, puedes hacerlo con un cuchillo, pero la mandolina te ahorrará esfuerzos.
Colocar las rodajas bien extendidas sobre una fuente añadirle la sal y pimienta, al gusto. Si el pepino es grande y nos han salido suficientes rodajas, podemos colocar una segunda capa de pepino, que volveremos a salpimentar.
Pelamos las naranjas y las dejamos sin nada de parte blanca. Las partimos en rodajas finas y éstas, a su vez, en cuatro trozos. Colocamos la naranja distribuida sobre las rodajas de pepino.
Normalmente, la naranja habrá
soltado algo de zumo sobre la tabla de cortar; lo aprovechamos echándolo
repartido sobre la ensalada. Añadimos algunos frutos rojos, frescos o secos,
como arándanos. Volvemos a echar pimienta. Sal no es necesaria sobre la
naranja, el pepino ya está la lleva. Bañamos con un buen aceite de oliva virgen
extra y decoramos con cebollino picadito fino. Podemos sustituirlo por menta,
perejil o albahaca.
Dejamos reposar un poco, el pepino soltará sus jugos y removemos la ensalada justo antes de servir
en los platos.
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