Consejos básicos para comprar carne
Aprender a cocinar pasa por aprender a comprar. Esto parece muy fácil hoy en día, porque existe tal cantidad de establecimientos y de oferta que no parece que podamos equivocarnos. Confiamos además en que, ya que existen controles alimentarios, todo lo que se expone es bueno. Pero no siempre es así, y lo suyo es aprender a comprar para tener los mejores ingredientes y optimizar en la compra.
Lo primero de todo es que la carne esté fresca y en buenas condiciones. Pero ¿como saber si reúne estas dos condiciones?
Podemos seguir los siguientes consejos:
Carne de vacuno o res:
Debe tener color rojo
intenso y una consistencia pegajosa, seca y brillante, con grasa cremosa,
que no tenga color amarillo o gris.
La carne de vacuno rosada o con poca grasa no son recomendables, puesto que son trozos que no se han ablandado por completo y tienen poco sabor.
Cordero:
Debe ser rojo claro y tener humedad. La grasa debe ser delgada,
cremosa pero firme. No debe oler mal, ni tener color amarillento o manchas
grises.
Pollo y pavo:
Deben tener una carne de
color blanco, no tener sangre, las pechugas estar firmes y las patas
flexibles. La piel debe estar tersa.
Conejo:
Debe estar bien cubierto de carne, con
el lomo redondo. Su carne es seca y brillante, la grasa solo debe cubrir
ligeramente los riñones.
Cerdo:
Debe tener un color rosado, fino
veteado y ser suave al tacto. La grasa nunca debe ser amarillenta o grisácea.
Pato:
Debe tener una carne más oscura y grasa
que la del pollo. La pechuga debe ser larga y gruesa y las patas presentar
grasa.
Y ¿qué pasa si optamos por la carne en bandejas? Además de características que antes te he descrito, debes fijarte en el etiquetado y tener en cuenta la fecha de envasado y la fecha de caducidad. Se debe desechar la carne en bandeja que presente sangre, puesto que esto contribuye a la presencia de bacterias que alteran las condiciones optimas para el consumo.
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