Esta es una receta extremadamente fácil de elaborar, que se conservará  varios días en la nevera y resulta un bocado delicado.

Para mi, es un bocado que me evoca mi infancia. Los recuerdos de mi tía abuela Paquita, que siempre tenía algo delicioso para darnos de comer, con la magia que solo las abuelas transmiten. Con los años, se ha convertido en un clásico que preparo con  mucha frecuencia. Las navidades, los cumpleaños, las comidas con invitados... es una receta que escojo  con frecuencia, porque gusta mucho, es fácil, rápido, económicas, se puede preparar el día anterior. Una receta mágica. 

Ingredientes:

Leche condensada

Coco rallado

Proporción de los ingredientes:

La misma cantidad de leche condensada que de coco rallado.

Un poco más de coco rallado para rebozarlas.

Elaboración:

En un bol mezclamos la leche condensada con el coco, hasta formar una pasta homogénea y compacta. Dejamos reposar una media hora en la nevera, con esto facilitamos manipularlas para darles la forma redondita.

Transcurrido el tiempo, formamos pequeñas bolitas que luego rebozaremos en coco rallado.

Esta receta admite una nota divertida si queremos sorprender a los invitados, dando una nota de cierto misterio y divertida a la mesa.

¡Podemos dar color! Es tan fácil como mezclar en la leche condensada colorante alimentario para repostería, mezclándolo bien, dando vueltas con una cuchara.  Y luego añadir el coco y hacer la receta tal y como te he descrito. 

El resultado serán bolitas con tono azul, o rojo, o verde… En general, se preguntarán ¿qué es? Y se añade un poco de misterio a la mesa.