¿Cómo montar claras de huevos a punto de nieve?
Las claras de huevo montadas a punto de nieve forman
parte de un buen número de recetas, tanto dulces como saladas. Más allá del
merengue, es decir, claras de huevo montadas con azúcar, la preparación básica se
utiliza en bizcochos, mousses, salsas, etc., por lo que unos consejos para su
elaboración siempre vienen bien.
La técnica consiste en batir las claras de huevo hasta
convertirlas en una especie de espuma blanca sólida. Batir las claras, es decir,
ningún otro elemento. Por lo tanto, lo primero será separar las yemas de las
claras. En el mercado existen utensilios destinados a esto. No debe caer ninguna cantidad de yema sobre las claras o no lograremos montarlas.
Es importante que el cuenco sobre el que depositemos las
claras esté completamente seco, sin rastros de ningún tipo de grasa u otro
ingrediente, ya que en ese caso las claras no se montarían. Podemos añadir una pizca de sal a las claras,
es decir, la pequeña cantidad de sal que podamos tomar entre las yemas de los
dedos índice y pulgar. Esta sal ayudará a que se monten las claras más
fácilmente.
A continuación solo hay que batir. Con tenedor, varillas manuales,
batidora eléctrica o robot de cocina, según tus utensilios. Por supuesto, los sistemas
manuales llevarán un poco de tiempo y constancia. Con una batidora o robot,
solo llevará unos instantes.
Si la receta requiere añadir azúcar a las claras, el
momento de hacerlo es cuando ya hayan subido un poco y tengan cierta
consistencia.
Saber si están bien hechas, es bastante fácil: si al
inclinar el bol, o colocarlo boca abajo las claras no caen, ni se mueven... están
perfectas. Eso sí, esta preparación no se conserva indefinidamente… pasado un
tiempo tenderá a bajarse, por lo que por lo general las claras se montan en el
momento mismo en que se precisan o en todo caso con una breve antelación.
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